Los problemas cardiovasculares en perros son afecciones que afectan el corazón y los vasos sanguíneos, lo que puede interferir con la circulación sanguínea normal. Los síntomas de los problemas cardiovasculares pueden ser dificultad para respirar, tos, fatiga, debilidad, pérdida de apetito, pérdida de peso y desmayos.
Están causados por una variedad de factores, incluyendo enfermedades congénitas, enfermedades del músculo cardíaco, enfermedades valvulares, enfermedades del tejido conectivo, enfermedades infecciosas y otros problemas de salud.
El diagnóstico se realiza mediante un examen físico completo que incluye auscultación cardíaca, radiografías torácicas, ecocardiografía y otros estudios diagnósticos.
El tratamiento puede incluir medicamentos para controlar la presión arterial, mejorar la función cardíaca y reducir la retención de líquidos.
En algunos casos, puede ser necesario realizar cirugía o procedimientos invasivos. La prevención de problemas cardiovasculares son una dieta saludable, ejercicio regular, control de peso, atención veterinaria regular y prevención de enfermedades infecciosas.
Los perros con problemas cardiovasculares requieren un seguimiento cuidadoso para monitorear la función cardíaca.
